Imagen apofática. Descripción de mi universo y mi experiencia mística.
La frontera es tu imaginación, de momento sólo soy humano…
Mírame en la imagen, no parezco ser yo pero lo soy. El horizonte corre a tus pies, existe todo un universo varado aguardando el preciso momento a ser nombrado. Cada palabra que no digas, cada cosa que no hagas quedará impregnada en tu universo y será lo que no digas y lo que no hagas lo que te definirá como humano: Por eso te digo, babe, La frontera es tu imaginación, tú decidiste caminar; yo continúo volando, de momento sólo soy humano.
Fue ese impensable bronceado de Luna lo que te delató. No puedes ir a un lugar que no conoces, no por miedo, sino porque no existe. En tu silencio, en el universo que has creado hasta ahora, babe, sino lo has descubierto no puedes ir porque no existe para ti. Ahora mírate corazón, mírate y al mismo tiempo mírame; caminas hacia lo desconocido, caminas junto a tus pasos, junto a los míos. Caminas a un universo que no conoces pero que sin embargo esperas crear: crea tu espacio, hazlo ya.
A veces sueño que no amanece, que nos perdemos. Despierto y descubro que es una fantasía; te lo conté varias veces, vi tus ojos empañados de esperanza, tus manos, marchitas, eran de nuevo una flor llena del néctar del que me alimenté. Si soñé tantas veces que no amanecía a tu lado, si desperté y no era verdad, no significaba que no fuera posible. No es que no exista mi no amanecer, es que había que buscar el no espacio en el que podíamos hacerlo verdad.
Ahora me has dejado. Caminas por completo sola a aquél espacio que dices encontrarás cuando seamos espíritu. Pero yo te digo, mujer, cuando sea espíritu seré espacio. Cuando logremos conjuntar el no espacio que eres tú con el no espacio que soy yo en esta realidad, podremos fundirnos en el espacio que podemos ser al despertar nuestro espíritu en el horizonte desconocido al que ahora vas. Se podría decir que vas a ningún lado; al afirmar la inexistencia de algo desconocido sin duda vas a algo inexistente, pero yo, conociéndote, al verte agotar todas las vías para encontrar el espíritu en este universo, me encuentro de verdad extasiado y convencido de que es necesario ir por el camino que tú vas para encontrar ese universo en donde tú y yo podamos ser el espacio y el espíritu que en este lugar no encontramos.
De momento sólo soy humano, como tantas veces te lo dije. Fue tu bronceado de Luna lo que me avisó de tu magia y tu existencia. Me esfuerzo, medito, busco la forma y el momento, pero no, seguro que jamás llegaré a ser lunático, seguro que yo no tengo el don divino para ser tocado por un rayo de Luna. Pero si me esfuerzo, encuentro mis pasiones, mis delitos, mi ayer, mi verdad; mis principios que vienen y van y se van cada vez por más tiempo. Encuentro lo que me hace morir, lo que me hace negarme al máximo horizonte, encuentro lo que me hace sentir que no soy yo. Y cada que pasa eso, cada vez que me mato me vuelvo un espacio, no soy ni aquí ni allá, simplemente un espacio. Es entonces cuando al momento de desaparecer, me convierto también en espíritu al sumergirme en las alturas de lo que ya no soy.
Cuántas veces no pensamos en la real posibilidad de ser dos cosas a la vez. Ser el espacio y el espíritu que tantas noches platicamos, en medio del intempestivo manjar de tus deseos; aquél que fue capaz de desollar con dulzura y ardor el más jovial recuerdo mío de mi pasión por el arte. Ahora mismo no sabes a dónde caminas, sin embargo llevo años intentando hacerte un dibujo de mi razón: En aquél universo al que te diriges con tanta decisión encontrarás mares de plata, te salpicarán y sus gotas serán cómo dagas de conocimiento penetrando entre tus ropas. Aprender te dolerá. Nombrar cada una de las cosas nuevas (o inexistentes) te causará hastío, te llevará a la incurable incongruencia de haber escapado de un universo frío dado por nombres y haber llegado a uno virgen pero que sin embargo, está ahí para ser bautizado por cada una de tus inexistentes palabras. Nombrarás y nombrarás, y una a una vas a ver caer la magia de las cosas que antes eran desconocidas. Serán nombradas todas las lunas y estrellas, aún las que no son vistas serán violadas por el cuchillo depredador de tus nociones. Cada gota de ese mar de plata será absorbida por cada uno de los poros de tu mirada. Suena aterrador babe, pero no hay por qué temer, nuestro nuevo universo estará siempre ahí esperando a ser nombrado y será necesario hacerlos sentir existentes sino no tendrían razón de ser. Existirán atardeceres que no acabarán de ponerse. Encontrarás un sol completo brillando y resumiéndose en tu boca. Amor, verás cosas maravillosas. Admirarás los azules heridos del cielo intentando siempre arañarte, pero te lo digo ahora corazón, el único por el que hay que temer será por ti misma. Deberás aprender a nombrar con gracia y con decoro; nunca deberás ser vana en tu pureza porque el día que hayas terminado de nombrar todo lo no existente en ese universo, habrás terminado contigo y no existirá otro lugar al que puedas huir, como ahora lo haces, pues habrás consumido tu espíritu y tu espacio al mismo tiempo en un solo universo, el que tú creaste.
Lo más maravilloso que verás será los agujeros negros. De esos agujeros negros que todos dicen que hasta la luz se traga. No temas ni guardes reserva por ellos, si bien ellos tragan la luz, jamás podrán hacerte daño puesto que no te conocen y por lo tanto no existes para su perpetuo universo. Y aunque supieran de tu existencia babe, no podrían tocarte porque nunca terminarían de conocer a la bendición del rayo de Luna que tú posees. Si veo que el infinito me agobia echaré un vistazo en uno de esos agujeros y te llamaré; será nuestro único medio para comunicarnos y cuando lo encuentres, desde ese momento será el más venerado por mí. Si sientes que el infinito te agobia no dudes en que podremos sumergirnos en el eterno horizonte que nos regalará el universo que estás por ganarte.
Sé que te encuentras cerca de abrir el portal de lo nuevo que has de descubrir. Estás por llegar, no hay duda. Mi más delicada flor está pro sucumbir ante la impalpable experiencia que jamás podrá ser repetida. Estamos próximos a ser el espíritu y el espacio, tú el uno y yo el otro y los dos al mismo tiempo, seremos cuatro, seremos infinitos y habremos rebasado la imaginación. Ya no tendremos que pararnos en la frontera del mundo para mirar con tristeza; y… amor mío… ya no podrán hacernos más daño.
sábado, 24 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario